sábado, 12 de enero de 2013

'ÉRASE UNA VEZ AMÉRICA': LA VIDA CONTADA CON CALMA E INOLVIDABLE MÚSICA

Contar brevemente el argumento de "Érase una vez en América"(Sergio Leone, 1984) me resulta casi imposible. Es una historia que estaba pensada para una duración de 10 horas -imposible de ver en salas comerciales- y que finalmente quedó reducida a una edición de 3 hora y media, aproximadamente.
La película está dividida en tres bloques temporales, ya que, aunque es un film que trata las bandas de gangsters esto queda casi en un segundo plano, es la vida y el paso del tiempo lo que resalta en esta película. La amistad, las pasiones, el amor, las ambiciones y las traiciones son los elementos fundamentales de esta vida bien contada.
A modo de resumen del argumento os cuento: nos vamos a los suburbios del oeste de Manhanttan, donde un grupo de jóvenes judíos, cuyo cabecilla es "Noodles" se dedican a realizar pequeños robos para sacar algo de dinero; la cosa cambia cuando el recién llegado y ambicioso "Max" llega al barrio. A partir de aquí se alían para lo que será su introducción al mundo de la mafia.
La inocencia de la niñez, mezclada de manera sensacional con las ambiciones y pasiones de la juventud, así como con la violencia extrema y sin dejar de lado el sentido del humor, serán puntos elementales repetidos a lo largo del metraje. Años 20, años 30 y los 60 serán las etapas temporales en las que la película se divide, y que nos mantendrán todo el tiempo en un ambiente algo ambiguo y cargado de incógnita. 
Hay muchas escenas que se podría escoger en esta película como favoritas, por su ternura, por el sentido del humor, incluso por su dureza; pero voy a resaltar una, la escena en la que Deborah baila en el almacén al son de "Amapola" y Noodles la observa por un hueco en la pared del baño. Ese plano subjetivo es una genialidad que te hace sentirte como si tu mismo fueras el observador oculto.
He destacado esa escena, no solo por la escena en si, la música compuesta por Ennio Morricone, es un personaje más del film, y no me extraña que fuera elegida como la mejor banda sonora de la historia del cine. Si habéis visto la película ya sabéis de que os hablo, si no, lo entenderéis cuando la veáis.
Destacable también un momento de lo más inquietante, solo hizo falta una habitación vacía, y un teléfono sonando. El corazón se paraliza en el primer "timbrazo".
Robert De Niro -que interpreta a Noodles- en esta película está sublime, la perfección de su interpretación es indiscutible. Su mirada, solo su mirada es capaz de contarte como se siente su personaje en cada momento. Aunque creo que esta película, todos los actores se contagiaron un poco se de esa capacidad interpretativa de De Niro y ninguno de ellos se puede decir que no haya hecho un gran trabajo. James Woods como Max esta magnifico. Y Elisabeth McGovern como la adulta Deborah maravillosa, al igual que Jennifer Connelly en el mismo personaje, pero siendo niña.


Podría pasarme horas hablando de esta película, pero os prometo que aquí termino, para mí esta obra maestra del cine, es de esas películas que, a pesar de su duración, puedo ver sin cansarme. Por la maestría con la que está realizada, la ambientación, los escenarios que se convierten en silenciosos testigos de la vida y del paso del tiempo que son _a mi parecer- los principales fundamentos de esta película.

Ficha de la pelicula

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